
Un fallo muy típico de las redacciones de los alumnos consiste en acabar el escrito de cualquier manera. Parece que se les ha acabado la tinta, o que les ha dado un patatús cuando estaban a punto de acabar el examen. En realidad, lo que ha ocurrido es que el alumno ha contado las líneas que tenía que rellenar y cuando ha llegado al número exigido deja de escribir, pone un punto y suspira.
Esto queda muy feo y es fácil de resolver. Antes de escribir hay que pensar en todas las cosas importantes o interesantes que puedes decir sobre el tema, y cuando has soltado todo lo que debías soltar, cerrar con elegancia el texto.
Un buen escritor no usa formulas y puede acabar un artículo de mil maneras, con un chiste o una sorpresa final (los malos escritores suelen poner el chiste o la sorpresa al principio). Nosotros podemos prepararnos algunas formulas. Lo más sencillo es dejar un final claro con una idea principal y mejor aún si cerramos el artículo con una alusión a la idea del principio.
- Después de todo esto, queda clara la importancia del temazo
- Con todo esto, quedan claras las consecuencias que puede tener el temazo
- Así pues, como hemos dicho al principio, bla bla bla.
- Por todo esto, estoy a favor del temazo
- Por todo esto, estoy en contra del temazo
- Por todo esto, estoy a favor del temazo, aunque no debemos olvidar las consecuencias negativas que también puede tener
Un recurso muy usado por los periodistas sermoneadores al hablar de cualquier tema polémico, consiste en echar la culpa a la sociedad, es una manera de que nadie se ofenda y da la impresión de que apuntan una causa o una posible solución:
- Por todo ello, debemos preguntarnos a nosotros mismos (o mirar en nosotros mismos), ¿ésta es la sociedad que queremos construir? (o ¿qué sociedad estamos ayudando a construir entre todos?).
- Este problema sólo se solucionará con un cambio radical de nuestros valores.
Bueno, creo que ya he escrito treinte líneas y puedo poner el punto final a esta entrada.
muchas gracias
ResponderEliminar