
Cuando queremos aprender algo o aprobar un examen, hay tres factores principales necesarios para acabar bien: capacidad, método y motivación.
La capacidad la tienes de nacimiento, la memoria, la inteligencia, aunque con el tiempo se mejora o se oxida.
El método consiste en los trucos que usas para aprender, las técnicas, libros, profes... El método se puede cambiar. Hoy en día, puedes elegir entre cientos de métodos no faltan para aprender casi cualquier cosa.
La motivación es el impulso que tienes para estudiar, las ganas. Y si eso falla, lo demás no sirve para nada.
Puesto que te has apuntado al examen de acceso y vienes por la tarde, tu motivación existe, pero ¿cuál es? ¿Es grande, pequeña, real, pasajera?
Cuando se pregunta a un alumno por la motivación, una respuesta corriente es: Yo estudio para aprobar el examen, para tener un trabajo mejor y ganar más dinero.
Cada cual tiene su propia motivación y trabajar poco y cómodo con un buen salario no es un mal objetivo. Pero se puede encontrar una motivación más profunda.
A mí me gusta leer, e incluso me gusta estudiar (un extraño síndrome que en psicología se conoce como ansia cognitiva), por lo cual no necesito motivación. Si tú no padeces de ansia cognitiva, plantéate el aprender y el estudio como una manera de crecer, de ser cada día más consciente, más dueño de tu vida, de ampliar el mundo en el que te mueves.
Si consigues esa motivación, nada te puede parar.
La capacidad la tienes de nacimiento, la memoria, la inteligencia, aunque con el tiempo se mejora o se oxida.
El método consiste en los trucos que usas para aprender, las técnicas, libros, profes... El método se puede cambiar. Hoy en día, puedes elegir entre cientos de métodos no faltan para aprender casi cualquier cosa.
La motivación es el impulso que tienes para estudiar, las ganas. Y si eso falla, lo demás no sirve para nada.
Puesto que te has apuntado al examen de acceso y vienes por la tarde, tu motivación existe, pero ¿cuál es? ¿Es grande, pequeña, real, pasajera?
Cuando se pregunta a un alumno por la motivación, una respuesta corriente es: Yo estudio para aprobar el examen, para tener un trabajo mejor y ganar más dinero.
Cada cual tiene su propia motivación y trabajar poco y cómodo con un buen salario no es un mal objetivo. Pero se puede encontrar una motivación más profunda.
A mí me gusta leer, e incluso me gusta estudiar (un extraño síndrome que en psicología se conoce como ansia cognitiva), por lo cual no necesito motivación. Si tú no padeces de ansia cognitiva, plantéate el aprender y el estudio como una manera de crecer, de ser cada día más consciente, más dueño de tu vida, de ampliar el mundo en el que te mueves.
Si consigues esa motivación, nada te puede parar.